miércoles, 27 de enero de 2010

Así se reconstruirá Haití



Carmen Serna/ Madrid
http://www.elmundo.es/america/2010/01/26/noticias/1264520770.html
El Mundo.es 
Martes 26/01/10
 
El primer impulso cuando ocurre una desgracia como la de Haití es enviar dinero y más dinero para intentar paliar el sufrimiento de quienes lo han perdido todo. Sin embargo, organismos internacionales insisten en la importancia de cumbres como la de Montreal en las que, a veces sin hablar de cifras, se diseña el plan que va más allá de poner una tirita en la herida. Porque Haití necesita algo más: un plan que las cure pero también una estructura que prevenga la cangrena que puede haber después de las vendas.


"En los primeros 25 días después de la tragedia, lo importante es la asistencia humanitaria, la respuesta alimenticia, la recuperación de los servicios. Pero a las dos semanas, ya hay que empezar a analizar el impacto de los daños para indagar cuál puede ser el sistema de manejo del desastre para el futuro. Hay que generar una reconstrucción que contribuya a activar la economía".

La receta, "en términos generales", es del portavoz del Banco Mundial para América Latina y Caribe, Sergio Jellineck, quien ya advierte de que la misión de reflotar Haití no es fácil ni a corto plazo. Pero los pasos están claros: "Lo primero es fortalecer al Gobierno haitiano porque es quien tiene que liderar la recuperación del país, venga de donde venga al dinero. Por primera vez en mucho tiempo, el año pasado, el Ejecutivo de Haití había empezado a generar un plan de desarrollo económico. Había una intención real de inversionistas extranjeros en esta zona y la económica haitiana, pese a la crisis global, creció un 2%".

Todos coinciden en que el terremoto llegó en el peor momento, como todas las desgracias, y la esperanza volvió a tornarse en desánimo, destruyendo el 15% de su Producto Interior Bruto (PIB) con el movimiento de tierras, en un país donde 58% de la población vive con un dólar al día.


La ayuda humanitaria no puede durar siempre

Sin embargo la ayuda humanitaria no puede durar siempre. "Es muy importante poner en marcha programas de dinero a cambio de trabajo, para así involucrar a los mismos haitianos en la reconstrucción, además de para disminuir su dependencia de la entrega de ayuda", explicó Rebeca Grynspan, número dos de la agencia de desarrollo de la ONU.

De hecho, la ONU ya ha empezado a crear puestos de trabajo con la recogida de escombros, la limpieza de las calles o el arreglo de los servicios mínimos que podría llegar a 200.000 haitianos en un plazo medio, con un sueldo de cinco dólares al día.

Estos programas de 'dinero a cambio de trabajo' son el principio (devuelven liquidez en la sociedad y revitalizan el sector privado), pero los expertos insisten en que hay que diseñar un futuro.

Para el Banco Mundial, hay dos partes estratégicas que pueden echar una mano al país más pobre de Latinoamérica. "Hasta el terremoto se estaba invirtiendo en turismo, agricultura no tradicional, con frutas como el mango, y el textil. El plan de Bill Clinton, previo al terremoto, estaba viendo excelentes resultados".

"La educación y la salud pública son vitales como mecanismo de movilidad social. Invertir en educación temprana, de cero a seis años, tiene una eficiencia determinante en la reconstrucción y además es un deber moral", añade Jellick.

Al final, es inevitable hablar de cifras. Aquí el Banco Mundial tira de experiencia y advierte que en otro desastre natural, como el tsunami de 2004, los distintos donantes crearon un fondo de 7.800 millones de dólares. Haití podría estar en números parecidos.

Por ahora, países vecinos o con importantes intereses en la zona, "como EEUU, Canadá, Brasil o España", han tomado las riendas de esta bandera. "Pero cualquier solución que se haga desde afuera no es buena. El pueblo haitiano debe ser protagonista de su reconstrucción, no puede ser un espectador", aclara el portavoz del Banco Mundial.


Responsabilidad de inversión

Y no sólo eso, este organismo internacional advierte de que es bueno pedirle responsabilidades de la inversión de la ayuda internacional, "como ya se hizo en el tsunami, donde se creó una Agencia dentro del Gobierno que coordinaba a todos los donantes y publicaba, en un periódico diario, la información y pasos concretos que se daban con el dinero. Esta experiencia generó mucha transparencia y optimismo".

Dentro de la cuenta de resultados del país, uno de los aspectos que más lastran su economía es la deuda externa. Jellineck aclara que a Haití ya se le perdonaron, en 2009, 1.200 millones de dólares y que el Banco Mundial le ha concedido una prórroga de cinco años para los 38 millones de dólares que todavía les adeuda, con el objetivo de ayudar en su recuperación. "Espero que el resto de organizaciones y países hagan lo mismo".

Aunque, al final, expertos como los que trabajan en este tipo de organismos internacionales son conscientes de que "detrás de un desastre, puede haber una oportunidad2. El Banco Mundial, el secretario general de la ONU, el propio Gobierno haitiano lo saben y por eso su presidente ya ha advertido de que "ésta vez, hay que hacer bien la reconstrucción".

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